10 errores que no debes tener como fotógrafo

Todos hemos comenzado alguna vez y todos hemos ido aprendiendo a base de prueba y error, pero esto nos a costado tiempo, dinero y dolores de cabeza. Por ello, a continuación presentaremos los 10 errores que muchos hemos cometido y que tú no deberías cometer. ¡No cometas estos 10 errores fotográficos!

No invertir en viajes ni formación

Relacionado con el punto anterior, tenemos el hecho de no pensar en incluir en nuestro presupuesto los viajes y formaciones. Estos sí suelen darnos un resultado significativo dentro de nuestro trabajo fotográfico, e incluso en el personal. Por lo que, como ya hablamos en el artículo sobre cúando deberíamos cambiar nuestra cámara, debemos tener en cuenta los viajes fotográficos y formaciones.

Y estamos hablando de viajes fotográficos en general, no de un viaje a las Islas Maldivas con todo incluido, sino de aquellos pequeños viajes que realizamos en coche cerca de casa. Imagina comprarte la cámara último modelo con todos sus accesorios y objetivos, ser capaces de exprimirla al máximos, pero no de podernos mover de casa por no tener ni para gasolina.

Estaríamos hablando del mismo caso en cuanto a las formaciones, podemos hablar de la mejor formación con el mejor fotógrafo del mundo y en un lugar de sueño, o un buen libro formativo que nos muestre cómo mejorar.

Confiar en nuestro disco duro

Popularmente, hay un dicho sobre los fotógrafos, y es el siguiente: «hay dos tipos de fotógrafos, los que han perdido todo o parte de su archivo fotográficos y los que lo perderán». Intenta de ser de los segundos.

Todos los discos duros fallan, todos sin excepción. Por lo que pensar en que por tener el mejor disco duro del mercado guardado bajo llame y mimado como ninguno no podemos perder nuestras fotos, vamos equivocados.

Lo mejor es utilizar «la regla del 3, 2, 1». Tener 3 copias de seguridad, guardadas 2 de ellas en casa y 1 fuera de ella.

No organizar bien nuestro archivo fotográfico

¿Qué fotógrafo no se ha tenido que poner a organizar todo su archivo fotográfico después de conseguir tener más de 5000 fotos, si tiene suerte? El momento en el que solemos necesitar tener una buena organización es cuando tenemos que encontrar una imagen muy concreta entre muchas otras.

Si no quieres ser uno de los que acaban perdiendo horas en catalogar y organizar miles de fotos, te recomiendo que desde ahora, comiences a seguir unas reglas o directrices al organizar tu archivo fotográfico.

Cada uno organiza sus imagenes a su manera y hay muchos artículos o vídeos por internet que ayudan a coger ideas, te recomiendo ver algunos y organizarte desde el principio.

No llevar una segunda batería y targeta de memória

Imaginate estar en una sesión fotográfica en la que llevas unas horas fotografiando a diferentes espécies de animales, pero de repente aparece ese lince del que ya empezabas a olvidarte. Y ahora piensa en que cuentas únicamente con la batería y la targeta de memória que llevas en tu cámara.

Pues sí, a muchos nos ha pasado, es justo en esos momentos cuando tu batería está descargada, o tienes la targeta llena de fotos anteriores. Por ello, te recomiendo tener al menos, una batería y targeta de memória de repuesto.

Comprar un trípode barato

Suele decirse que uno de los elementos en el que todo fotógrafo acaba gastando más dinero es en el trípode. Y es que el trípode es un elemento al que no suele darsele mucha importancia al comenzar a fotografiar, pero que con el tiempo comenzamos a verlo imprescindible y las características que debe tener.

Por lo que pensar en que aquel trípode que nos regalaron con nuestra cámara será el perfecto para nuestras salidas suele ser un error, ya que no suele ser muy estable, duradero o cómodo de llevar.

Mi recomendación es que te informes bien y que inviertas en un buen trípode dentro de tu presupuesto. Sino, como muchos de nosotros, acabarás por comprar múltiples trípodes diferentes hasta acabar con el que hubieses comprado desde el inicio, y gastando bastante por el camino.

Disparar sin pensar ni planificar

El momento en el que todo fotografo comienza a hacer un cambio en sus fotos es aquel en el que deja de apretar el botón de fotografiar para pensar qué y como quiere fotografiar lo que tiene delante.

En muchas ocasiones, un fotógrafo profesional vuelve a casa con la targeta vacía por no encontrar la inspiración, momento o fotografía que buscaba. La diferencia es que cuando realiza una fotografía, esa vale por mil fotografías normales. Piensa en si quieres volver a casa con muchas fotos que acabarás borrando o con pocas que acabarás publicando.

También te ayudará planificar y pensar qué fotografía quieres conseguir con la salida que harás aquel día. Con dos o tres imágenes son suficientes, deben ser pocas, pero muy buenas. Luego, cuando las condiciones sean las adecuadas, sal con todo preparado a buscarlas.

Buscar la imagen de otros y no crear la tuya própia

Junto al punto anterior, solemos buscar inspiración en las redes sociales, libros o revistas, por lo que acabamos queriendo hacer aquella foto tan bonita que vimos. El problema es que muchas veces se acaban viendo el mismo tipo de fotos o incluso las mismas por todos los sitios, quitando belleza a esa imagen. O incluso, intentamos realizar imágenes que no son de nuestro estilo, por lo que no acabamos consiguiendo la imagen o nunca nos acabará de gustar.

Mi recomendación es que busques inspiración, por supuesto, pero luego intentes buscar tu propio estilo en la fotografía o lugar que tanto te gustó.

No llevar con nosotros la cámara

Podríamos poner el mismo ejemplo que con el error de no llevar una segunda batería o targeta, pero ahora imagínatelo sin cámara.

No estoy hablando de llevar la cámara con nosotros hasta cuando vamos al baño (o sí, depende del baño), sino de tener presente que en cualquier lugar o momento nos puede aparecer una situación que no habría gustado fotografiar.

En mi caso, por ejemplo, me cuesta mucho ir a bucear sin mi cámara, ya que solo pensarlo estoy imaginando un mar con el agua cristalina llena de peces, tiburones y cetáceos por todos lados. Y sí, lo sé, estoy exagerando, pero no me meto en el agua sin ella.

Por supuesto, habrá momentos que escojeremos no utilizarla, pero será una elección nuestra. Como cuando en el Mar Rojo me encontré a unos centímetros de tres delfines y decidí disfrutar del momento por encima de la posible fotografía.